Un matrimonio compra una cámara. Les resulta un juguetito muy entretenido, especialmente a él. Deciden dejar la cámara toda la noche grabando en el dormitorio y ésta capta puertas que se cierran, ruidos y movimientos extraños que cada vez van a más y asustan a la pareja.
Ésta película viene precedida por una gran campaña de marketing, con escenas de espectadores aterrorizados incluídas. Lo cierto es que estando tan curtida en terrores varios, como no salga una mano por la pantalla y me coja del cuello, me parece que mi capacidad de asustarme está ya bastante disminuída .Bueno, si no me coge también me asustaría, no vaya a ser que pase...
Todo ésto para decir que es una película al estilo de La Bruja de Blair, bajo presupuesto, mucha publicidad y poco más.
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