La película comienza con un asalto a una familia en su domicilio perpetrada por dos delincuentes. Violencia extrema donde mueren madre e hija pequeña y sobrevive el marido. A continuación observamos las peripecias judiciales para conseguir las consiguientes condenas y donde sale más perjudicado el , "aparentemente", menos culpable.
Diez años después comienzan a morir, a consecuencia de atentados, todos los relacionados con ese juicio.
Es ciertamente una crítica al sistema judicial americano, donde vemos en muchísimas películas y series que los abogados pactan con los delincuentes para perseguir sus intereses y cuotas de éxitos. Destacaría al actor protagonista, no al abogado encarnado por Jamie Foxx, que en esta ocasión veo eclipsado por Gerard Butler. Su transformación de amable padre de familia, destrozado por su pérdida, a pirado y vengativo terrorista me pareció estupenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario